Algunos frutos de la conferencia de Medellín:

a 50 años de su realización (24 de agosto al 6 de septiembre de 1968).

Resumen

La Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Medellín (1968), implicó el surgimiento de una nueva práctica pastoral desde un renovado modo de autocompresión eclesial latinoamericana que se constituye en un hito “fundacional”. Sus principales frutos fueron consecuencia de asumir la tarea conciliar de un impulso renovador que consagrará la aproximación a la realidad (ver), leída desde la Palabra de Dios (Juzgar) y que conducirá a un modo particular de hacer pastoral (actuar). Lo anterior, no solo se restringe a una novedad a la praxis pastoral, sino a una manera nueva de hacer teología, desde el lugar de los pobres, con expresiones novedosas en la eclesiología y la evangelización que alcanzan su rostro más visible en las Comunidades eclesiales de Bases. De igual forma, aflora una mirada testimonial de comprender la educación en su dimensión liberadora de un pueblo que sufre la pobreza, y demanda una auténtica promoción humana. Así, la iglesia se hace solidaria con las causas justas de los pobres, hasta el testimonio martirial.